Urko Larrañaga Piedra Head of Blockchain

¿Podría blockchain fortalecer los sistemas democráticos actuales?

Oír hablar de cambio o disrupción y encontrarnos con la palabra Blockchain, resulta cada vez más habitual. Generalmente, el eje de este discurso suele ser el impacto que está teniendo esta tecnología en el sistema financiero. Sin embargo, ¿qué otros escenarios está modificando o podría alterar? ¿Es esta una tecnología democratizadora?

En el siguiente post analizaremos la transformación que puede suponer la aplicación de la cadena de bloques en los sistemas de gobernanza actuales, tanto públicos como privados.

Gracias a Blockchain es posible construir sistemas descentralizados, en los que se elimina la intermediación y dependencia respecto a una autoridad central. Además, permite automatizar el comportamiento del sistema en base a los inputs de los usuarios. Es por ello, que esta tecnología se postula como la tecnología habilitadora que revolucionará los medios y mecanismos de participación existentes.

Participación ciudadana

La mayoría de convocatorias electorales que han utilizado mecanismos de votación electrónica, antes o después han acabado salpicadas por rumores de corrupción. Frente a ello, son muchas las voces que claman de la aplicación de Blockchain para garantizar la veracidad y certeza de los resultados. Sin embargo, ¿cómo podría la cadena de bloques influir y mejorar estas prácticas?

La confidencialidad y veracidad de la información, vinculada al conocimiento de la autoría de cada transacción, abren una oportunidad de transformación de los medios de participación ciudadana actuales. La restricción de un único voto por persona junto a la descentralización del recuento, lo que supone la desaparición de un ente central, nos aseguran la garantía que requieren este tipo de sistemas.

No obstante, la participación ciudadana no se limita a las distintas convocatorias electorales, sino que esta puede ser aplicada para transformar cualquier modo de gobernanza actual. El desarrollo de Smart Contracts que se adecuen a la correspondiente casuística y toma de decisiones, permitirán democratizar estos sistemas.

En la actualidad existen diferentes iniciativas y proyectos que buscan construir herramientas "plug and play" de múltiple aplicación, que permitan transformar el funcionamiento de las administraciones, organizaciones y de los mecanismos de elección actuales. Votem y Sovereign son dos iniciativas que van en esa línea.

Identidad Digital

Sin embargo, la participación ciudadana no se puede entender ni aplicar de manera aislada, sino que requiere la integración de mecanismos de identificación que permitan controlar y autenticar a los usuarios. Es por ello, que resulta transcendental la construcción de una Identidad Digital dónde unificar toda nuestra información de forma veraz y que nos permita autenticarnos en cualquier sistema de manera ágil y sencilla.

La existencia de usuarios autenticados por medio de su Identidad Digital y con total soberanía sobre sus datos, supondrá un giro de 180º en el enfoque de las soluciones actuales. Las organizaciones pasarán de custodiar nuestros datos a ser meros consumidores de los mismos. Por otra parte, se podrán orquestar los permisos y accesos de los usuarios por medio de la combinación de los Smart Contracts y la Identidad Digital.

La construcción de una Identidad Digital sobre Blockchain es otro de los retos a los que nos enfrentamos y a los que se está intentado dar respuesta, por ejemplo, desde Alastria. Por otra parte, Ethereum también tiene múltiples estándares que pueden dar respuesta a esta necesidad.

Conclusión

Sin embargo, todavía son varias las preguntas que quedan por responder: ¿quién puede realizar cambios sobre una Identidad Digital? ¿Cómo gestionar y controlarlos? ¿Qué rol juegan las Administraciones Públicas en este tipo de escenarios?