A medida que las empresas se comprometen cada vez más a ser más responsables desde el punto de vista social y medioambiental, los principios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) pasan de la periferia al centro de la estrategia corporativa. Al principio, gran parte de la atención se centró en cómo medir e informar sobre los resultados en materia de ESG, especialmente en las operaciones principales de una empresa. Pero a medida que estos marcos maduraban, las consideraciones ESG se han extendido a todo el espectro de actividades empresariales, incluida la ejecución de proyectos.

Para los jefes de proyecto y los especialistas en entregas, esta evolución plantea una cuestión importante: ¿Puede la gestión de proyectos ser una palanca significativa para la sostenibilidad y, al hacerlo, contribuir al éxito a largo plazo?

En este artículo analizamos qué significa ESG para la gestión de proyectos, las ventajas de adoptar un enfoque sostenible y cómo pueden las organizaciones empezar a incorporar estos principios a sus procesos de ejecución de proyectos.

¿Qué es ESG y qué significa para la gestión de proyectos?

En esencia, ESG se refiere a un conjunto de criterios utilizados para evaluar el impacto de una empresa en el medio ambiente, la sociedad y sus estructuras de gobernanza interna. Para los equipos de proyecto, esto significa replantearse la forma en que se definen, planifican y ejecutan los proyectos, no sólo para cumplir los objetivos empresariales, sino también para minimizar los impactos negativos y maximizar las contribuciones positivas al mundo en general.

Elegir a los proveedores en función de sus credenciales ESG puede reducir significativamente la huella global

La incorporación de ESG a la gestión de proyectos comienza con una planificación temprana. Eso significa identificar y evaluar desde el principio las posibles repercusiones medioambientales y sociales, establecer objetivos claros de sostenibilidad e incorporar procesos para seguir e informar de los avances. También implica colaborar activamente con las partes interesadas -ya sean comunidades locales, empleados o proveedores- para conocer sus necesidades y adaptar el proyecto en consecuencia.

La contratación sostenible es otro componente esencial. Elegir a los proveedores en función de sus credenciales ESG puede reducir significativamente la huella global de un proyecto y garantizar la alineación con valores corporativos más amplios.

Argumentos empresariales para una gestión de proyectos sostenible

Las ventajas de la gestión sostenible de proyectos van mucho más allá del cumplimiento normativo o la gestión de la reputación, aunque ambos son importantes. Integrar la sostenibilidad en la ejecución de los proyectos es posible:

• Mejorar la reputación de la marca: Los clientes, inversores y socios se sienten cada vez más atraídos por las empresas con compromisos claros en materia de ESG.
• Gastos de reducción: La sostenibilidad suele impulsar la eficiencia, reduciendo los residuos, el consumo de energía y los gastos operativos.
• Reducir el riesgo: Al abordar los impactos sociales y medioambientales de forma proactiva, las empresas pueden evitar costosos retrasos, disputas y desafíos legales.
• Reforzar las relaciones con la comunidad y los empleados: El respeto de los derechos humanos, las prácticas laborales justas y la participación de la comunidad pueden ayudar a garantizar una ejecución más fluida del proyecto y la buena voluntad a largo plazo.
• Apoyar el cumplimiento de la normativa: Las prácticas de proyectos alineadas con ESG ayudan a las organizaciones a cumplir las cambiantes normas legales y del sector, reduciendo la exposición a multas o sanciones.

En última instancia, un enfoque más sostenible de la gestión de proyectos no sólo es bueno para el planeta o la sociedad: es una estrategia empresarial inteligente.

Las estadísticas lo confirman: El Project Management Institute (PMI) informó de que las organizaciones que adoptan principios de sostenibilidad experimentan un 37 % más de éxito en sus proyectos en comparación con sus homólogas, lo que subraya la ventaja directa y tangible de integrar los ESG en los flujos de trabajo de los proyectos. 

Un panorama cambiante, y por qué la ESG sigue siendo importante

Merece la pena señalar que, tras una oleada inicial de entusiasmo, algunas empresas parecen estar reduciendo sus mensajes sobre sostenibilidad o quitando prioridad a determinadas iniciativas ESG. La presión política, las dificultades económicas, las limitaciones presupuestarias o el deseo de simplificar la presentación de informes han llevado a algunas organizaciones a reducir discretamente su atención a estos programas.

Sin embargo, este repliegue puede ser corto de miras. Las presiones normativas siguen aumentando, los inversores y los clientes siguen esperando transparencia y responsabilidad, y las cadenas de suministro son cada vez más objeto de escrutinio por su impacto medioambiental y social. En otras palabras, aunque algunas organizaciones estén dando marcha atrás, los factores subyacentes de ESG -incluida la gestión de riesgos, el ahorro de costes y la creación de valor a largo plazo; no han desaparecido.

Para la gestión de proyectos en particular, los ESG siguen siendo muy importante porque todos los proyectos tienen aspectos medioambientales y sociales tangibles. Al centrarse en las prácticas de entrega sostenibles, las empresas pueden diferenciarse, adelantarse a los requisitos de cumplimiento y evitar los riesgos para su reputación que conlleva ignorar las expectativas de las partes interesadas.

Cómo conseguirlo: Integrar los ESG en la ejecución de sus proyectos

Para implantar con éxito la gestión sostenible de proyectos se requiere compromiso, estructura y alineación cultural. He aquí cómo empezar:

1. Crear una política de sostenibilidad clara: defina y documente los objetivos de sostenibilidad de su organización, centrándose en cómo se aplican a la ejecución de proyectos. Comunique esta política a todos los niveles, desde la dirección hasta los equipos de entrega y los socios externos.
2. Integrar la ASG en la gobernanza de los proyectos: incorporar la sostenibilidad en la planificación de proyectos, las evaluaciones de riesgos, la participación de las partes interesadas, la contratación y los marcos de información. Hacer que las consideraciones ESG formen parte formal de la toma de decisiones.
3. Fijar objetivos de rendimiento: identifique las métricas de sostenibilidad clave para cada proyecto y establezca objetivos medibles. Utilice herramientas y cuadros de mando para supervisar los progresos y garantizar la rendición de cuentas.
4. Evalúe a los proveedores a través de una lente ESG: elija socios y proveedores no solo en función del precio y la capacidad, sino también de su comportamiento medioambiental y social.
5. Mejorar continuamente: trate la sostenibilidad como un viaje continuo. Revise periódicamente sus resultados, extraiga las lecciones aprendidas y ajuste su enfoque para impulsar la mejora continua.

Integrar la sostenibilidad en el ADN de la gestión de proyectos

Incorporar los principios ESG a la gestión de proyectos no es sólo un "detalle", sino un imperativo estratégico. A pesar de que algunas empresas parecen estar dando marcha atrás en sus esfuerzos en materia de ESG, los argumentos empresariales a largo plazo a favor de la sostenibilidad siguen siendo tan sólidos como siempre.

La gestión sostenible de proyectos ayuda a las organizaciones a preparar sus operaciones para el futuro, generar confianza entre las partes interesadas y ofrecer un valor significativo, más allá del mero beneficio. Si lo convierte en una parte fundamental de su enfoque, puede ayudar a dar forma a una empresa que no sólo tenga éxito, sino que también sea responsable, resistente y esté preparada para lo que venga.