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El cambio de paradigma industrial: del producto al servicio

El cambio de paradigma industrial: del producto al servicio

Quienes vivimos y por qué no, 'comemos' del sector industrial tenemos grandes retos que afrontar en términos de sostenibilidad, adopción tecnológica, talento digital, hiperpersonalización, Time2Market, Industria 5.0, etc. Dentro de todos estos retos, hay uno que, desde mi punto de vista, despierta mayor interés y relevancia: la transformación del modelo de comercialización B2B2C y el cambio del producto al servicio.

El primer gran impacto que la tecnología causó puso el foco en la optimización de los costes operativos y la reducción del Time 2 Market de producto. Dicha evolución tecnológica abrió innumerables vías que permitieron, no sólo un mejor conocimiento de nuestros procesos y productos, sino también de nuestros usuarios y proveedores. Fue precisamente este punto el que llevó a nuestro sector a pararse a reflexionar sobre una importante cuestión: nos conocemos a nosotros mismos, pero… ¿Qué pasa con nuestros clientes? ¿Qué quieren y piensan sobre nosotros, sobre el sector y sobre la competencia? ¿Por qué nos compran y por qué no?

Conocer qué quieren nuestros clientes es un reto relevante. Ofrecérselo es un reto aún mayor. Nuestro activo es un producto finalizado, siendo el beneficio de este su industrialización y venta masiva. Entonces, ¿cómo se podría monetizar la hiperpersonalización, único camino para la competitividad?

Adelantarnos al presente para ser los primeros en ofrecerles el futuro

Por si no fuera suficiente, el paradigma se complica aún más, ya que la pregunta no se centra únicamente en qué quieren nuestros clientes, sino en saber cuáles son las tendencias sociales y de mercado presentes y futuras. O dicho de otra manera: qué van a querer y/o necesitar. Hemos de ser capaces de adelantarnos al presente para ser los primeros en ofrecerles el futuro, sin duda. Henry Ford marcó esta pauta con su celebérrima frase: “Si les hubiera preguntado a la gente qué querían, me habrían dicho caballos más rápidos”.

El camino que la industria ha elegido tomar es meridianamente claro. El rédito real está en el servicio o servicios que podremos ofrecer apalancándonos en nuestro producto final, que serán los que doten nuestros activos de esa hiperpersonalización tan ansiada y, por tanto, de esos márgenes de comercialización que nos permitirán seguir siendo competitivos.

Para sostener este cambio de paradigma a priori sencillo de entender, se han requerido años de evolución tecnológica que, gracias a la aparición de los hiperescalares, la supercomputación y al dato como semilla fundamental para la toma de decisión, han abierto el camino a donde hoy nos encontramos.

Hiperpersonalización 

Netflix fue uno de los pioneros en la utilización del machine learning para ofrecer experiencias personales. Pero eso ya no es suficiente. Amazon atisbó el futuro en la venta online y la rapidez en las entregas. Pero eso ya no es suficiente. Apple dio belleza a lo que antaño era pura funcionalidad. Pero eso ya no es suficiente. Spotify o Airbnb transformaron el mundo de la música o nuestra manera de viajar. Pero eso ya no es suficiente. Casi nada es ya suficiente.

Conocer a nuestros clientes ya no se basa en encuestas de satisfacción o estudios de mercado. Va mucho más allá. Tendremos que ser capaces de imbricarnos en su día a día, sus gustos a través de acciones, conocer su huella digital, y, tal y como hemos planteado, adelantarnos al futuro conociendo las tendencias sociales, los factores de influencia en cada uno de los mercados y así analizar todo en su conjunto. Y todo ello, bien mezclado, nos dará el mejor de los cócteles.

El ingrediente fundamental es el dato, valor real de cualquier compañía

Obviamente, el ingrediente fundamental es el dato, valor real de cualquier compañía. La continuidad de negocio de la industria depende de cómo lo utilizamos, así como de las fuentes a las que vayamos a recurrir para la toma de decisiones. Teniendo estas premisas claras, Izertis puede aportar conocimiento experto gracias a los profesionales que trabajan en este ámbito con experiencia sectorial en el gobierno y explotación del dato, así como en la capacidad de transformarlo en información que se apalanque en negocio sin olvidar la seguridad como exponente clave.

Por último, los casos de éxito, la utilización de la IA Gen o cualquier otro tipo de inteligencia artificial serán un MUST, pero no deja de ser el final de una carretera nacional para enmarcarnos en el principio de una interestatal. Construyamos, pues la nacional con los carriles necesarios, los guardarraíles suficientes y las rotondas requeridas, porque sólo así llegaremos a la interestatal.

Arthur C. Clarke escribió: “Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”. Y no puedo estar más de acuerdo. La magia es percepción, es transparencia; igual que la tecnología, un medio que ha de resultar invisible al negocio.

Izertis puede ser ese ‘mago’ que te acompañe en el cumplimiento de tus retos. Ya no se trata solo de transformar, hablamos de llegar a esa interestatal de capacidades a través de una metamorfosis digital sin precedentes e inexorable para la continuidad del negocio de cualquier compañía.
 

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