inteligencia humana asistida
Nuno Nogueira Client Experience Director

Inteligencia humana asistida (IHA) y gestión de proyectos

En la teoría, en la práctica y, en general, todas las misiones que asumimos o que se nos asignan pueden considerarse proyectos. Proyectos que se tienen que implementar, desarrollar, gestionar y completarse con éxito. Sin embargo, ese éxito depende de múltiples vicisitudes y desafíos. 

En el contexto de la consultoría, donde la complejidad de alcances, stakeholders, interrelaciones, objeto de trabajo, experiencia del cliente a construir y/o consolidar, entre otros es aún mayor; trabajar en proyectos y buscar obtener los mejores resultados es una responsabilidad especial. En consultoría, existe una expectativa legítima que el proveedor de servicios agregará valor. Valor efectivo que se puede ver y sentir. Por lo tanto, el listón está alto. Con la llegada de la Inteligencia Artificial (IA) o la inteligencia humana asistida (IHA), estos desafíos pueden mitigarse, transformarse y superarse sustancialmente mejor. En términos de client experience, esto es fundamental.

El tiempo, ese dictador despiadado

La HAI/AI tiene un alto potencial predictivo. Alimentado con los datos adecuados, no solo puede predecir las posibles limitaciones en la planificación del proyecto, sino también sus causas, las razones detrás del marco de dichos retrasos o incluso las limitaciones/restricciones que dieron lugar a ellos.

Además, de forma automatizada, puede estimular mecanismos de anticipación que permitirán al equipo del proyecto (y a su líder) identificar y ejecutar las decisiones que se requieren para alcanzar los objetivos propuestos.

La Comunicación, ese ADN crítico

La proliferación de herramientas de automatización de la comunicación, chatbots, asistentes virtuales (véase el ejemplo de Co-Pilot), entre otros mecanismos, agiliza significativamente el trabajo necesario para la comunicación entre el equipo del proyecto y, si es necesario, los distintos stakeholders involucrados. La gestión de proyectos es muy propensa a interpretaciones erróneas cuando no se practica la escucha activa. También es probable que genere conflictos de mensajes. La transparencia, el rigor y la puntualidad de la comunicación pueden mejorarse en gran medida con la IHA.

La gestión de equipos, recursos y su escasez

El potencial de optimización que proporciona la IA/IHA puede reforzar los niveles de colaboración, engagement y motivación en un equipo de trabajo de proyecto. La colaboración real y el uso de asistentes de trabajo de IA refuerzan los niveles de integración de la comunicación, el trabajo compartido, mejorando sustancialmente los índices de productividad. Por otro lado, la IA ayuda mucho en la elección de los recursos, en su asignación al cronograma y al plan de implementación y, en consecuencia, a consolidar las posibilidades de éxito del proyecto.

Con la IA, la imprevisibilidad puede volverse más manejable

La gestión de riesgos y su imprevisibilidad

La mitigación de riesgos ha sido una de las tareas más importantes en la gestión de proyectos. Dicha mitigación o enfoque no es independiente de (y carece, de hecho) de una identificación y evaluación adecuadas de todos los parámetros, posibilidades y variaciones. La contribución de la IA a la construcción de una matriz de riesgos de proyecto adecuada y su capacidad predictiva puede ser decisiva, ya sea por una mejor identificación de patrones, por la automatización de los sistemas de control o por las alarmas que se pueden establecer. Con la IA, la imprevisibilidad puede volverse más manejable (no necesariamente menos impredecible).

Gestión del alcance y toma de decisiones

La IA proporciona un enfoque predictivo, un mejor apoyo a la toma de decisiones, con datos e información oportunos y precisos, reduciendo así la incertidumbre, gestionando mejor la imprevisibilidad típica en la gestión de proyectos y apoyando un enfoque holístico de los procesos.  AI/IHA es un aliado muy útil para el liderazgo de proyectos. Sabemos, de hecho, por experiencia, que el cambio de alcance es un umbral constante de disputa, que requiere un estricto control y seguimiento, de lo contrario, un proyecto se convertirá en otro. Responsabilidad que, bajo la supervisión del liderazgo, puede ser asignada a un agente. Múltiples estudios y reports sobre la aplicabilidad de la IA, las tendencias tecnológicas y de transformación digital, de las más variadas fuentes, apuntan en la misma dirección.

La introducción de la IA en nuestra vida cotidiana promueve mejoras sustanciales en la productividad y la promoción de la eficiencia. En términos de gestión de proyectos, esto puede significar una mejor gestión, una mejor supervisión y la capacidad de llevar a cabo mejores proyectos o el mismo número de proyectos en menos tiempo. También puede representar (y debería) una mejora significativa en la satisfacción, tanto de los equipos del proyecto como de sus elementos, como de los distintos stakeholders implicados. No conseguir extraer resultados positivos de la misma significaría que la introducción de la IA no ha sido bien calculada o utilizada en los elementos más críticos del proyecto. Es decir, esto representa un elemento adicional de análisis y consideración para los líderes de proyecto, de la misma manera que, actualmente, definen y enmarcan todos los demás recursos y componentes de su equipo.