efecto mariposa
Nuria Rodríguez Innovation consultant

Efecto mariposa tecnológico

Ninguno de nosotros es ajeno al bombardeo tecnológico al que estamos sometidos en nuestro día a día: móviles que nos permiten tener aplicaciones de realidad aumentada o que se convierten, por medio de un gadget, en dispositivos de realidad virtual; palabras como bitcoins y blockchain que se confunden en nuestra jerga cotidiana; chatbots o asistentes virtuales que nos ayudan a hacer compras online o a guiarnos en un hospital, etc. Todos ellos son ejemplos de tecnologías que hoy por hoy usamos, pero ¿sabemos su origen? ¿sabemos cuándo se crearon o el camino que recorrieron hasta llegar a nosotros? ¿sabemos cuánto tiempo se quedarán con nosotros? Posiblemente ni Iker Jiménez sepa responder a estas preguntas, pero desde aquí trataremos de ayudar y arrojar algo de luz. 

El origen de la tecnología 

Seguramente todos conocemos o hemos oído hablar de “El Efecto Mariposa”, bien sea por la película homónima estrenada en 2004 o bien por ser el modo en el que en 1972 Edward Norton Lorenz se refirió a su “Teoría del Caos”. Esta teoría se puede explicar de manera sencilla con el siguiente proverbio chino “El aleteo de una mariposa puede causar un huracán al otro lado del mundo”. Lorenz con su teoría evidenciaba que pequeñas variaciones en los datos de entrada en sistemas dinámicos y complejos (como el clima o la inteligencia artificial) podían generar grandes diferencias en los resultados, lo que dificultaba la predicción a largo plazo. 

Pensemos por un momento en todas aquellas películas o libros que hemos podido disfrutar en el pasado y el efecto que éstas han podido tener en la tecnología del presente, ¿podríamos estar ante un efecto mariposa? 

Colaboración humana – robot o humano – tecnología e implicaciones éticas 

En 1942 Isaac Asimov elaboró un conjunto de normas que se aplican a la mayoría de los robots de sus obras, conocidas como las “Tres leyes de la robótica” y que establecen el modo en que estos deben cumplir órdenes:  

  • Primera ley: “Un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sufra daño”. 
  • Segunda ley: “Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley”. 
  • Tercera ley: “Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley”. 

En la actualidad, en octubre de 2019, un grupo de expertos de alto nivel en Inteligencia Artificial de la Comisión Europea presentó la Guía Ética para una Inteligencia Artificial (IA) confiable (Ethics Guidelines for Trustworthy Artificial Intelligence). En este documento se recogen las características que deben cumplir los sistemas basados en IA (ser legal, ético y robusto) y que se debe cumplir al desarrollar sistemas de Inteligencia Artificial, especialmente para evitar que los humanos se sientan “atacados” por la tecnología, tan esencial por ejemplo en la colaboración entre humanos y robots. Es decir, esta guía es una versión actualizada de las leyes de la robótica de Asimov, que por supuesto bien valdría como guía ética para uno de los primeros coches autónomos que nuestra retina ha conocido: “Kitt”, co.-protagonista indiscutible de “El coche fantástico” (1982).  

Realidad virtual y metaverso 

¿Y quién no recuerda la cara de estupefacción de Sylvester Stallone cuando Sandra Bullock en “Demolition Man” (1993) le da el primer prototipo de gafas de Realidad Virtual que muchos de nosotros hemos visto? Por supuesto, todo el reparto de “Ready Player One” (2018) se reiría de ese prototipo e incluso de algún Metaverso actual. 

Análisis de datos e inteligencia artificial 

Otras películas como “Pi” (1998) muestran la necesidad humana (e incluso obsesión) de buscar correlaciones o funciones entres datos – en este caso basadas en el número “Pi” - por medio de diversas fórmulas para encontrar patrones de conducta, predicciones en la bolsa o cualquier otro aspecto que pueda explicar ciertos sucesos aparentemente rutinarios y/o aleatorios. 

¿Quién inspiró a quién? 

Así, podría ser que la tecnología presente haya surgido gracias al germen de esas películas e incluso podría ser que alguno de aquellos que en la actualidad investiga o desarrolla aplicando tecnologías como la visión e inteligencia artificial, blockchain, robótica colaborativa o cualquier otra, hubiera visto alguna de esas películas o leído alguno de los libros de Asimov. Podría ser que efectivamente un “Efecto mariposa” tecnológico nos haya llevado a donde estamos hoy. Y si es así, ¿por qué no investigar más en las tecnologías de hoy para inspirar a los tecnólogos y aportar nuestro granito de arena para crear las tecnologías del futuro? 

La vida de la tecnología

Como se suele decir, “el presente es hoy” así que daremos un repaso a la vida de algunas de las tecnologías más relevantes aplicadas en la actualidad en distintos sectores de interés, desde salud y agroalimentaria hasta industria o banca.  

Tecnología, salud y nutrición

Dicen que SPA viene, entre otros orígenes, de la expresión romana “Salutem per Aquam” asociando los manantiales de aguas medicinales como un tratamiento para la mejora de la salud. Si bien no hay evidencias claras de esa relación entre el agua y la salud, demuestra que hay ciertos elementos que pueden mejorar la salud de manera indirecta. Ese es el caso del proyecto SYMMETRY donde diversas tecnologías como la visión artificial, el procesamiento del lenguaje natural o NLP (Natural Language Processing) y chatbots, facilitan la detección de patologías psicológicas o neurológicas en pacientes crónicos, permiten un mejor cuidado de la salud de pacientes con dolencias crónicas y dependientes o apoyan al propio facultativo en el diagnóstico de una enfermedad.

Tecnologías como la visión artificial, NLP o chatbots, facilitan la detección de patologías psicológicas o neurológicas en pacientes crónicos

Al igual que en el caso anterior, iniciativas como VARKINSON aplican también este tipo de tecnologías ayudando al neurólogo a monitorizar y hacer seguimiento de la enfermedad de Parkinson o bien, como eHealth, permitiendo que pacientes adolescentes hagan frente a una dolencia crónica como es la escoliosis de la forma más natural y menos agresiva posible. 

Pero la tecnología también nos permite llegar a desarrollar cosas de las que ahora podemos decir “¿Pero que es esto?” como debió pensar Stallone cuando Bullock le propuso usar las gafas de realidad virtual. Sí, podemos decir con orgullo que la inteligencia artificial está permitiendo automatizar el estudio de los cambios producidos en cultivos celulares tumorales (fabricados por bio- impresión 3D) en función de diferentes variables como el tiempo, la presencia de fármacos, el número de células o cualquier otra variable significativa, tal y como se ha llevado a cabo en IABION. Pero no son las únicas iniciativas donde la inteligencia artificial se aplica para mejorar la salud de los pacientes, también están los implantes personalizados de rodilla (BIOPRINTIA) o el análisis del microbioma de cada paciente (ALIMES) según sus características, adaptando así su dieta nutricional a sus propias necesidades, buscando mantener su bienestar. 

Tecnología y agroalimentaria

La circularidad y la sostenibilidad son palabras que se repiten como un mantra en noticias, anuncios y demás contenido accesible para nuestros sentidos, pero ¿qué es en realidad la circularidad? ¿circularidad y sostenibilidad son sinónimos? La respuesta evidente es que no, no lo son. Antes de seguir, nos vamos a hacer eco de unas palabras de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) de marzo de 2021 que resaltan cómo el actual modelo económico lineal de “tomar-hacer-desechar” no tiene recorrido y es el principal responsable del cambio climático y del agotamiento de los recursos (agua, materias primas, etc.).  

El objetivo es virar el enfoque hacia lo que se conoce como economía circular, que significa un cambio de paradigma, una revolución en el modo en que se diseña, produce y consume. Y aquí es donde la circularidad tiene su hueco ya que se basa en mantener el producto en uso el mayor tiempo posible siguiendo las siguientes premisas:  

efecto mariposa

En cambio, aplicado a nuestro caso, sostenibilidad se traduce en la explotación de un recurso por debajo de su límite de renovación. Es decir, consumir de manera responsable los recursos (naturales, minerales, etc.) que tenemos, permitiendo que estos sigan disponibles para nuestras generaciones futuras. 

Como lo mejor es predicar con el ejemplo, el proyecto N0WASTE nos va a ayudar a entenderlo ya que, por medio del uso de diversas tecnologías entre las que destaca la Inteligencia Artificial, Blockchain o IoT, se pretende trazar el producto alimentario perecedero de manera que se minimice su pérdida principalmente en la última milla. Además, se trabajará también en reutilizar los residuos de este producto para generar “biocombustibles” e incluso trabajar en envases más sostenibles. De este modo, circularidad y sostenibilidad quedan entrelazadas.  

Tecnología e industria 

Ya lo dice la Ley de Murphy “Si algo puede salir mal, saldrá mal” así que, si no podemos evitar los errores, al menos podemos detectarlos y actuar en consecuencia. Aquí es donde el proyecto AIQAS centra su objetivo: por medio de un sistema de inspección, detecta múltiples defectos en diversos materiales de piezas fabricadas en líneas industriales continuas de producción. KAIROS es otra iniciativa donde también se pretende detectar anomalías a lo largo del proceso de curado de piezas hechas de composite en el sector naval. En estos proyectos, la visión e inteligencia artificial, son las tecnologías clave. 

En estos proyectos, la visión e inteligencia artificial, son las tecnologías clave

Tecnología y banca 

Y si resulta que la película “Pi” no está tan alejada de la realidad como pensamos, ¿y realmente existen relaciones allá afuera entre distintos elementos, que nosotros no vemos? Eso es lo que la tecnología de computación cuántica propone resolver en sectores como la banca donde actualmente se requieren múltiples recursos computaciones y que esta tecnología puede simplificar. Proyectos como QAI – Quantum Artificial Intelligence tratan de dar solución a este reto. 

¿La muerte de la tecnología? 

En general es complicado decir que una tecnología muere salvo que llegue otra y la sustituya o desbanque por diversos motivos (alternativas tecnológicamente más robustas y/o económicas, mejor imagen de marca, etc.). Ya ocurrió en su momento con VHS de JVC o Betamax de Sony, donde al margen de su propia guerra, ambas se vieron desbancadas por el DVD.  

Sin embargo, hay maneras de alargar la vida de la tecnología. En este sentido, la Agencia Espacial Europea o ESA (European Space Agency) ha creado lo que se conoce como ESA Business Incubation Centres o ESA BICs, precisamente para evitar la muerte prematura de tecnologías creadas por y para el espacio, en las que se han invertido muchos recursos para su desarrollo. Así, estos ESA BICs son una red de emprendedores que, entre otros, pueden: 

  • Desarrollar aplicaciones que usan sistemas basados en el espacio (tales como navegación por satélite, observación terrestre o comunicación satélite). 
  • Usar tecnologías espaciales en aplicaciones no espaciales. 

Por lo tanto, a priori, no hay elementos que nos hagan prever que una tecnología va a morir salvo que encontremos la fórmula secreta basada en Pi o cualquier otro “número mágico”, como los utilizados en fusión nuclear, que lo prevea.  

¿Estamos viviendo un efecto mariposa?  

Sólo el tiempo nos dirá si estas tecnologías seguirán vivas en el futuro, pero de lo que no hay duda, es que una tecnología obsoleta o madura en un sector, puede ser clave y muy novedosa en otro tal y como los ESA BICs nos han demostrado. En lo que tampoco hay discusión es que nuestras mentes hambrientas de información, pronto tendrán nuevo material sobre el que trabajar y quién sabe, quizás convertirse en el próximo premio Nobel del futuro.  

Así que como dijo una vez – o así se le atribuye - William Lawrence Bragg, Premio Nobel de Física en 1915: «El científico no es aquella persona que da las respuestas correctas, sino aquél quien hace las preguntas correctas». Quizás pronto me plantee nuevas preguntas…