Joaquín Cabezas Flórez Head of Smart Apps

La impresión 4D en medicina: nexo entre la tecnología y las personas

Allá por 1984, una nueva tecnología empezaba a dar sus primeros pasos. Charles W. Hull presentaba la patente de un sistema para la producción de objetos tridimensionales por estereolitografía: la impresión 3D.

Dicha patente incluía tanto un método, como un equipo específico para la construcción de objetos sólidos a través de la impresión sucesiva de finas capas, hechas de un material que se endurece por polimerización mediante la exposición a luz ultravioleta.

Impresión 3D: un poco de Historia

Aunque tiempo atrás ya se habían desarrollado equipos y se habían probado distintos métodos para la impresión de diversos materiales, para muchos es el 8 de agosto de 1984, cuando a través de dicha patente, la impresión 3D nace y se convierte en la tecnología que hoy en día conocemos.

Años más tarde aparecen nuevas técnicas de impresión 3D y poco a poco van llegando las primeras impresoras comerciales. Estas versiones iniciales, en muchas ocasiones, no eran mucho más que “juguetes” con capacidades limitadas, pero que permitían a muchos usuarios soñar con nuevas posibilidades. En ese momento el paradigma empezaba a cambiar. Frente a los métodos de fabricación tradicionalmente sustractivos, la fabricación aditiva planteaba soluciones a problemas que mediante las técnicas tradicionales resultaban imposibles de resolver.

A partir de 1999, la tecnología conforme fue ganando madurez, empezó a expandirse a través de distintas industrias. En alguna de ellas, como la industria manufacturera, la técnica está ya totalmente consolidada. En cambio, en otras áreas como la ingeniería tisular, la bioimpresión 3D se encuentra en un momento de experimentación continua y así, en medio de este proceso de investigación, se presenta un nuevo reto: jugar con el tiempo, la cuarta dimensión de la impresión 3D.

Ganar la partida al tiempo: nuevo reto de la fabricación aditiva

Como seres humanos, nos resulta imposible escapar a la influencia del tiempo en nuestras vidas, y es por ello que las soluciones de fabricación aditiva para entornos “bio” han de resolver los problemas planteados, no solo desde un punto de vista matemático y geométrico, sino abordándolos también desde el punto de vista de la física y su concepto de espacio-tiempo. Mediante este enfoque el reto es doble:

  • Construcción de tejido y órganos humanos. Por una parte, existe la necesidad de construir tejidos y órganos humanos a partir de la suma de distintos bio materiales más simples, los cuales, una vez combinados, deben cambiar su naturaleza creando un nuevo tejido capaz de formar parte del cuerpo humano y, junto a este, soportar el paso del tiempo y las adaptaciones que le sean exigidas.
  • Medicina regenerativa. Por otra parte, en lo relativo a la medicina regenerativa, existe una línea dedicada a obtener productos que nos faciliten la recuperación de diferentes dolencias. Una vez más, el tiempo es un elemento que no podemos perder de vista, ya que conforme el cuerpo humano avanza en la recuperación de las lesiones, las necesidades de éste van variando.

Conclusión

Por este motivo, mediante la impresión 3D de distintos bio materiales se busca obtener productos inteligentes capaces de responder a estímulos físicos, adaptándose a estos para ayudar a las personas en su recuperación mediante el tratamiento adecuado, aplicado en cada momento.

Para conseguir dicho objetivo es necesario combinar hardware y software de control, capaces de realizar y coordinar el proceso de impresión con bio materiales avanzados, que sirvan de materia prima para construir materiales más complejos y que, a su vez, interactúen con el tiempo. ¿Seremos capaces de dominar el tiempo?

En esta línea, desde Izertis estamos poniendo nuestro granito de arena a través del proyecto Dressing4Scars. ¿Quieres conocerlo? ¡Descubre todos los detalles!