¿Transformación o digitalización sin más?

Digitalizar sin más, consiste en convertir contenido informativo tradicional en contenido multimedia y colocarlo en "un cajón" digital alojado en un "trastero" virtual en algún rincón de internet.

De esta manera creamos catálogos de productos digitales, por ejemplo, un catálogo de artículos de un gran almacén, un catálogo de vídeos en un portal web de alguna televisión, un catálogo de comidas de un restaurante o un catálogo de productos financieros en la página web del banco en cuestión. Aprovechar el potencial de la transformación digital es llevar a esos catálogos al siguiente nivel.

La palabra transformación implica cambio, evolución hacia algo superior

Algunos lo han sabido interpretar mejor que otros y así tenemos los ejemplos de gigantes como Amazon o Alibaba. El repositorio de productos online es casi lo de menos en estas plataformas. Su obsesión por la experiencia de compra del cliente digital que mejore la confianza o los servicios de devoluciones, entrega, etc, es lo que marca realmente la diferencia.

Del mismo modo, disponer de un catálogo de programas y series online en formato de simples grabaciones digitales es solamente útil, hasta cierto punto. No deja de ser un plus, un pequeño extra al servicio principal que ofrece, el consumo de televisión estándar. Sin embargo, lo que empresas como Netflix, HBO o Waiki han conseguido, es sustituir (casi por completo) la experiencia de consumo principal por su propuesta de valor hacia el cliente. Su plataforma de contenidos se ha transformado en el servicio fundamental de entretenimiento digital. Es evidente, que esta transformación tan profunda no es fruto, únicamente, del despliegue de contenidos digitales sobre un sitio web.

Seamos claros, es relativamente sencilla la digitalización, pero es muy complicada la transformación digital de las empresas. Para lo primero, no hay más que introducir tecnologías de la información y el conocimiento en algún lugar del proceso de gestión de la organización (almacenamiento, búsqueda de información, etc.). Sin embargo, la transformación digital requiere de sentido, de aplicar una estrategia de innovación donde esa tecnología tenga valor. Implica cambios en el modelo de negocio, en la forma de acceder al mercado, en la distribución, en la manera en que damos valor y transformamos la experiencia del cliente. Supone aprovechar todas las posibilidades que nos brinda la tecnología para ir más allá y no quedarnos sólo en ser o hacer todo más alto, más fuerte y más rápido.